Se sigue perdiendo partidos y se sigue cediendo terreno en la tabla del promedio, pero el detalle no pasa solamente por lo de la cancha, este descenso se está jugando y por ahora perdiendo en las oficinas del Deportivo Pereira, donde la parte administrativa de la institución hace oídos sordos y cierra los ojos ante la realidad que es que la ventaja con la que se pensaba terminar el año en la tabla del promedio con relación a Boyacá Chicó y Jaguares se va extinguiendo como el agua entre los dedos.

Este equipo matecaña a parte de llevar 12 partidos sin ver la victoria, perdió todo lo que nos había mostrado antes de la pandemia y si se quiere luego de los partidos ante Santa Fe, Tolima y Medellín post pandemia. Ni el 4-1-4-1 tradicional ni ninguna fórmula que intenten les da, el equipo parte de la herencia futbolística del profesor Craviotto, Vásquez volante central defensivo, 4 hombres delante de él, ante Patriotas, De La Rosa, Tavera, Navarro y Artunduaga y en punta Molina, se juega con 2 hombres de punta Molina y Álvarez, con hombre jóvenes como Ramírez, Piedrahita, Mena y por ningún lado les da. La fórmula tiene que ser directa a la parte mental, este equipo es inseguro, ante un gol del rival no es capaz de recuperarse, sucedió ante Junior, América, Águilas Doradas y Patriotas.

Todo está en la cabeza, la debilidad parte del aspecto mental en la cancha, y más ahora que se está a 1 punto de Jaguares en la tabla del descenso y a 2 de Boyacá Chicó, a eso hay que sumarle la renuncia del director deportivo Luis Felipe Eusse Tangarife pieza fundamental en la parte administrativa y organizativa para lograr en ascenso del año pasado. Situación muy complicada y desalentadora para Deportivo Pereira al cierre del año 2020.

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